Soy un fanático de los juegos más clásicos, especialmente los de PlayStation 1 y PS Vita. Me encanta disfrutarlos en su máxima calidad, con alta resolución y una alta tasa de fotogramas. A pesar de tener estas consolas clásicas, he recurrido a la emulación debido a la disponibilidad y por compartir experiencias nostálgicas con amigos.
Si tienes un PC antiguo que aún funciona, no lo dejes en desuso. Convertirlo en un emulador de consolas antiguas puede ser una excelente opción. En mi caso, utilicé un Core i5 3470 con 8 GB de RAM y una GTX 1050 de 2 GB, junto con un SSD de 512 GB y una fuente de 450 W. Con estos componentes, el rendimiento es más que suficiente.
Para optimizar el rendimiento de nuestro equipo de emulación, utilizaremos un MiniOS, un sistema operativo de bajo consumo que elimina muchos procesos en segundo plano. Podemos encontrar estos sistemas en formatos de 32 y 64 bits, así como versiones recientes de Windows 10 y 11. Es importante tener en cuenta que los drivers deben instalarse manualmente, ya que estos sistemas no cuentan con actualizaciones automáticas.
Una vez configurado el MiniOS, instalamos los emuladores correspondientes. En mi caso, he instalado los de PSX y PSP, aunque planeo agregar más en el futuro. La configuración de cada emulador es sencilla: solo necesitamos ajustar los controles y cargar las ROMs correspondientes. Próximamente compartiré un video detallando todo el proceso y los resultados obtenidos.
Enlace a MiniOS oficial : https://www.dprojects.org/minios